jueves, marzo 08, 2007

Nuestros espacios cibernéticos

Vivimos la era de la información, los seres humanos estamos constantemente comunicando ideas a través de los medios de comunicación. Ponemos en común imágenes, sonidos y letras. En la última década el Internet ha puesto en evidencia esta actividad humana que tanto satisface hasta los gustos más exigentes, un ejemplo claro de lo que hoy encontramos en la red son los “blogs” como este. En estas páginas personales podemos encontrar una red de información mundial en la que día a día se alimenta de más usuarios y de diversos contenidos, basta con tener un ordenador para configurar ideas personales que queremos compartir, muchas veces, con otos usuarios desconocidos y lejanos a nuestro contexto más próximo. Es decir, no hay nadie que nos diga que poner y que no poner en dichos sitios y éste es el mayor objetivo que alcanza: nos gusta compartirnos a distancia. Sin duda una de las ventajas que adquiere esta tecnología es compartir información economizando distancia, dinero, tiempo, energía y confrontaciones personales, la mayor parte de este ejercicio se suscita en un marco personal y aislado. Ante este breve panorama, “Nacho en su mundo” espera interactuar constantemente con diversos profesionales, amigos y personas desconocidas, ese es el fin de su creación. Saludos y espero alguna respuesta.

1 Comments:

Blogger J. Macotela said...

De acuerdo con Gestibol. ¿A dónde apunta un blog? Es otra muestra de la paradoja/ilusión entre comunicación y aislamiento, entre los otros y yo. ¿Para quién se escribe en un blog? Para mí, para los demás, ¿para los demás? quiénes son ellos. Es como si pretendieramos que los otros reafirmaran nuestra persona a partir de su comprobación de nuestra exsitencia a través de las letras... nos estamos virtualizando, cada vez estamos más lejos de saber realmente quiénes somos, cómo somos, incluso de si existimos más allá de las comprobaciones, de los registros, de las evidencias. Si yo digo que soy en el aire y nadie lo escucha ¿es suficiente para convencerme de que soy?

El otro y yo, yo y el otro. Siempre. Siempre somos dos, sólos no podemos saber nada. O tú cómo ves.

Saludos

9:24 a.m.  

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